Crecimiento y talento: ¿realmente puedes pagar esa nueva contratación?
Sin poner en peligro la estabilidad de tu negocio.
Si tu empresa está creciendo, lo más seguro es que necesites más manos para sostener esas buenas noticias.
Lo lógico es que empieces a buscar a la persona.
Y aquí vienen las preguntas incómodas:
¿Cuánto tiempo te llevará encontrarla?
¿Quién se va a encargar de ese proceso?
¿Qué tipo de entrenamiento necesitará?
¿Cuánto tiempo le tomará ponerse al día?
Ahora piensa en algo: es muy probable que en menos de tres meses no suceda.
Y durante ese tiempo en el que todavía no estará trabajando al 100%, tú ya le debes pagar su sueldo.
¿Tu empresa está preparada para eso?
Porque crecer con talento sin tener un plan financiero claro es como agregarle más vagones a un tren que apenas se sostiene.
Puede que avances un poco más, pero en algún momento se va a detener o peor, descarrilar.
El problema real
Pensar que contratar a alguien es solo un tema de Recursos Humanos.
A veces parece que solo importa el sueldo y hasta ahí todo está bien. Pero el talento es un activo importante con un costo financiero que va más allá del salario.
Contratar mal o sin una estrategia clara afecta directamente tu flujo de caja y la rentabilidad.
Te digo cómo.
Digamos que decides contratar a un gerente de ventas pensando que va a generar más ingresos. Pero eso no pasa de inmediato.
Porque no llega directo a su función.
Mientras tanto, el flujo de caja se sigue drenando.
Por eso debes evaluar todo más allá del salario para tener una visión objetiva.
Ahora imagina que al poco tiempo esa persona se va a otro lugar.
Uno quiere pensar positivo y cree que no va a pasar. Pero pasa. Es muy común (lamentablemente).
Y ahí te das cuenta de que no es solo lo que le pagas de salario lo que pierdes.
Es todo lo que implica: costos de reclutamiento, entrenamiento, adaptación, y lo peor: la pérdida de productividad mientras ese puesto sigue vacío.
¿Sabías que reemplazar a un empleado cuesta entre la mitad y el doble de su salario anual?1
Eso es un gasto enorme que muchos empresarios no consideran.
¿Qué puedes hacer para proteger a tu empresa para la contratación?
Calcula el impacto en tu flujo de caja: Antes de contratar a alguien nuevo, proyecta cómo afectará la liquidez de tu negocio en los próximos meses. Esto incluye salarios, beneficios, costos de capacitación y cualquier gasto adicional.
¿Cómo lo haces? Proyecta cuánto dinero entra y sale en tu negocio durante un período específico. ¿Vas a tener suficiente para cubrir salarios, beneficios y costos de capacitación sin asfixiarte financieramente?
Pregúntate: ¿De dónde va a salir ese dinero? ¿De tus ingresos actuales o necesitas ajustar tus costos o buscar financiamiento?
Crece sin comprometer la estabilidad: considera modelos híbridos como la subcontratación o el uso de freelancers en etapas iniciales. También puedes evaluar automatizar ciertos procesos antes de contratar.
Gestiona el talento con alternativas financieras: si decides contratar, asegúrate de tener un plan financiero claro. Evalúa si puedes ajustar tu flujo de caja para absorber esos costos sin afectar la operación diaria.
Y si no es posible, busca financiamiento estratégico que te permita escalar sin asfixiarte.
Y recuerda: el hecho de que puedas pagar un sueldo hoy no significa que puedas mantenerlo mañana.
Por eso debes tener una estructura financiera sólida.
Siguientes pasos
¿Estás seguro de que puedes contratar sin comprometer la liquidez de tu negocio? ¿Sabes exactamente cómo afectará esa decisión tu flujo de caja en los próximos meses?
Si no tienes respuestas claras a estas preguntas, hablemos.
Revisemos cómo estructurar esa contratación para que impulse tu crecimiento sin afectar la estabilidad financiera de tu negocio.
Agenda una llamada estratégica aquí y lo chequeamos juntos.
Gracias por estar aquí,
Edgar Luna
Acompaño a empresarios a estructurar sus finanzas para que crezcan de manera sostenible y sin perder el control.
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