“Queremos levantar capital para crecer.”
Clásico.
Pero la mayoría no necesita dinero.
Necesita orden.
Me encontré con una empresa que decía lo mismo.
Cuando revisamos su operación, apareció el caos disfrazado de necesidad:
💣Compras duplicadas.
💣Pagos sin planeación.
💣Cobros demorados.
No es un caso aislado.
Lo veo en muchas empresas que ya facturan, tienen equipo y clientes.
Pero siguen tomando decisiones al tanteo.
Todo por falta de estructura.
Y eso se nota.
En decisiones que se aplazan porque no hay datos.
En la frustración del equipo cuando no saben si pueden o no avanzar.
En ese momento incómodo cuando alguien pregunta “¿cómo vamos con esto?”… y nadie tiene una respuesta clara.
Lo sé porque lo veo. Y lo he vivido desde dentro.
Ahora piensa en lo que se pierde por no tener orden:
💣Dinero que nadie monitorea.
💣Oportunidades calculadas sin base real.
💣Decisiones que cuestan… pero no se miden.
Lo más fácil es creer que lo que hace falta es capital.
Porque ese es el síntoma más visible.
Sobre todo si estás liderando una empresa que ha crecido rápido, pero aún no tiene una estructura financiera clara.
Es como si vas al médico, dices que te duele la cabeza, y sin hacerte estudios, te mandan directo al quirófano.
Dirías: espere un momento.
Eso es exactamente lo que pasa cuando buscas un préstamo sin entender bien lo que está pasando en tu negocio.
Lo que sucede detrás de la desorganización
Ese caos, aunque no lo veas, va desgastando la empresa desde adentro.
Genera fricción entre equipos.
Desgasta la confianza.
Hace que todo parezca más difícil de lo que realmente es.
Y cuando todo parece difícil… se empieza a posponer lo importante.
Se actúa por urgencia, no por estrategia.
¿Por qué lo hacen?
Porque es lo que siempre se ha hecho.
Porque intentar ordenar lo que ya existe requiere esfuerzo.
Porque a veces ni siquiera hay claridad de quién debe tomar el control.
Y porque, siendo honestos, el cambio incomoda.
Nos saca de lo conocido.
Nos exige mirar lo que llevamos tiempo ignorando.
Pero también es lo que realmente transforma.
💡Sumar al equipo.
💡Definir roles.
💡Mostrar cómo ese orden los beneficia también a ellos.
Claro, eso toma tiempo.
Quizás más que ir al banco.
Pero a la larga, te evita un problema mayor.
Porque cuando pides dinero sin control, lo más probable es que termines con una deuda innecesaria.
Que mal gestionada solo genera más desequilibrio.
Afecta el flujo de caja.
Y el flujo de caja —te lo digo siempre— es la médula espinal del negocio.
Si falla ahí, falla todo lo demás.
Por muchas ventas que tengas.
Y esto no le pasa solo a los que están en crisis.
También le pasa a empresas que ya venden bien, pero no saben con certeza si están siendo rentables.
Después de analizar su caso, les hice una sola pregunta:
—¿Para qué pedir prestado si no saben cómo están usando lo que ya tienen?
Algunos levantaron las cejas.
Con curiosidad.
Y me preguntaron: “¿a qué te refieres?”
Les mostré cómo se podía generar caja desde lo que ya estaba en movimiento.
Nos pusimos manos a la obra:
✅Definimos proyecciones de flujo: porque si no ves hacia dónde vas, no puedes decidir.
✅Gestionamos la renegociación con proveedores: para alinear los pagos a las condiciones reales del negocio.
✅Creamos una cultura de gestión: porque dejar de improvisar no se logra con un documento, sino con gente que entiende por qué importa.
¿El resultado?
✅No pidieron el préstamo.
✅Ordenaron la operación.
✅Liberaron caja que ya estaba ahí. Solo que nadie la estaba viendo.
Porque sí, pedir dinero es fácil.
Pero hacerlo sin control, es pedir más problemas.
Si no sabes cómo usas lo que ya tienes, ¿Cómo sabrás qué hacer con lo nuevo?
El orden financiero no es un lujo.
Es lo que te permite crecer con claridad.
He visto empresas que después de ordenar su operación, por fin pudieron tomar decisiones grandes sin miedo.
Contratar con confianza.
Negociar sin angustia.
O simplemente dormir tranquilos sabiendo que el negocio no se cae si no estás pegado al Excel todo el día.
A veces, lo que necesitas no es ir al banco.
Es estructura.
Si estás pensando en levantar dinero sin saber en qué se está yendo lo que ya tienes…
Si te ha gustado me ayudarías mucho si compartes esta edición o recomiendas la newsletter.
¡Hasta la próxima! 👋
Edgar Luna